Cuando una empresa realiza ventas al crédito, sólo puede
optar por cualquiera de estas dos modalidades: uno. Vender con factura o dos.
Vender con letras.
En este articulo, tratare sobre la venta con letras. Un aparte, una letra de cambio (para que la conozcan
por su denominación legal) es un título valor que contiene una promesa de pago
a futuro, es decir, es un documento que incorpora derechos patrimoniales; lo
que significa que, su poseedor, puede cobrar el valor contenido en esta, no
importando si él originó la operación comercial, en pocas palabras, una letra
puede ser endosada (transferida) a un tercero. Prosigamos, ¿qué puede
hacer la empresa que a cambio de entregar mercadería o servicios recibe una letra?
Sólo dos cosas, o espera su vencimiento para cobrarla o, si está urgida de capital de trabajo (y le aseguro que la mayoría de empresas siempre
lo está), puede ir a una institución financiera y presentarla a descuento.
Descontar una letra, es la
operación en la cual la empresa que vendió al crédito, le endosa la letra, en
procuración, a una institución financiera, es decir, le da el derecho de
cobrarla por cuenta de ella; pero (y esto es lo importante) no le entrega la
propiedad de la misma y, a cambio, la institución le adelanta un porcentaje de
valor del documento. Obviamente, para que una institución financiera acceda a realizar
este tipo de operación, es porque, previamente, ha evaluado crediticiamente a
la empresa que presenta el documento para el descuento (la vendedora) y revisado los antecedentes del cliente de esta
empresa (el comprador).
CASO DE APLICACIÓN:
Ahora veamos el proceso de solución:
Ya tenemos el Valor Nominal de la letra, con ella nos vamos al banco:
Como se observa, de la letra presentada, se obtiene un valor neto de 122,420.50. Finalmente realicemos un análisis final.
En este caso, la operación no fue favorable a la empresa, pues ha recabado un valor por debajo de la deuda inicial. La compensación es que obtuvo recursos de liquidez en el HOY.
Debo indicar lo siguiente,
a los bancos les encanta descontar letras (así en
negrita y subrayado), el porqué de esa preferencia, reside en el hecho que en
una operación de ese tipo, existen dos fuentes de repago, la principal es el cliente
que compró a crédito y, la alterna, es la empresa que vendió al crédito (la que
presentó la letra a descuento). No se olviden que la letra descontada nunca
dejó de ser propiedad de la empresa vendedora. Pónganse en los zapatos de un banquero,
si una operación tiene dos fuentes de repago; el riesgo percibido es…menor,
¡por supuesto!; lo que significa que en términos de costo, una operación de
descuento de letras es más ventajosa que, por ejemplo un pagaré. En el mundo de las instituciones
financieras, un descuento de letras se conoce como una operación autoliquidable,
pues es la misma operación la que proporciona su fuente de repago.
JORGE DEL CASTILLO CORDERO
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