En la jerga financiera una empresa
apalancada es la que ha tomado deuda, en contraposición una empresa no
apalancada, es la que sólo tiene el dinero de los accionistas (capital) como
fuente de los fondos de la firma.
Una empresa se apalanca (toma
prestado) para financiar activos corrientes (capital de trabajo) o activos no
corrientes (activos fijos e intangibles). Existe una tercera razón y es
la que se deriva de refinanciar deudas contraídas anteriormente (reestructuración financiera).
Un endeudamiento responsable,
es aquel que se toma sólo cuando estamos seguros que su utilización en la
empresa, incrementará el flujo de caja resultante (sea porque aumentarán los
ingresos, reducirán los costos o una mezcla de ambos) lo suficiente para que estos
préstamos puedan ser pagados sin problemas.
Es potestad de los accionistas de
la empresa decidir si sus inversiones las financian sólo con su dinero o toman
préstamos (o una mezcla de ambos). Pero ¿cuál
decisión es la correcta?, pues solo si se endeuda responsablemente podrá
crear valor con su inversión. Para
ello, evaluaremos cuatro razones, a continuación:
Primera razón: Las empresas que no toman deudas, sólo
pueden crecer basándose en los recursos que generan internamente y/o en el
dinero de sus accionistas. Tomar en cuenta que esto podría generar la
perdida de oportunidad en realizar un negocio o inversión, pues no se cuenta con
el total de requerimientos, más aún, su competencia que sí se financia con
deuda si puede aprovechar esa oportunidad de mercado. Finalmente, ¿quién se
beneficia con el incremento en las ventas debido a esta decisión?
Segunda razón: Tomar deuda mejora el rendimiento contable que
los accionistas obtienen sobre su capital, esto es mejora el ROE (Return On Equity),
lo que en español vendría a ser retorno sobre el capital (o patrimonio) y está
definido por Utilidad Neta/Capital (o Patrimonio). Imaginemos dos
empresas que son exactamente iguales, salvo que una, la empresa A,
ha tomado $200 de deuda, por la cual le cobran 10% anual; y la otra, la empresa
B, no tiene deuda (recuerde: A es una empresa apalancada y B es una empresa no
apalancada). A continuación miremos sus balances y sus estados de resultados.
Empecemos con la empresa B.
Observe que los accionistas pusieron $400 y obtuvieron ganancias por $119, es
decir consiguieron un retorno sobre su capital (ROE) de casi 30%. Ahora toca
ver a la empresa que se apalancó (empresa A) ¿Qué pasó con el ROE?, simple,
este es de casi 53%, un incremento de 23 puntos (ó 76%) sobre lo que obtuvieron
los accionistas de la empresa no apalancada. La razón es sencilla, los accionistas
de esta empresa invirtieron sólo 50% de lo que pusieron los accionistas de la
empresa B (el otro 50% lo financiaron con deuda) y obtuvieron una ganancia que
fue sólo 12% menor ($105 versus $119); pero que en términos relativos significo
una rentabilidad de 53% sobre el capital invertido.
Tercera razón, tiene que ver con la reducción en el pago de los
impuestos que se genera cuando se registran los intereses (o gastos
financieros) como un gasto en el estado de resultados de la empresa.
Regresemos a nuestro ejemplo anterior. Recuerde A, es una empresa apalancada
(se
prestó 200 a una tasa de interés de 10%) en tanto que B, no lo es. Revisemos sus Estados de Ganancias y Pérdidas nuevamente, pero a partir de la utilidad operativa:
prestó 200 a una tasa de interés de 10%) en tanto que B, no lo es. Revisemos sus Estados de Ganancias y Pérdidas nuevamente, pero a partir de la utilidad operativa:
¿Cuáles son las diferencias más saltantes? Una es, sin duda alguna,
que A registra gastos financieros; la segunda es que, como consecuencia de eso
registra, también, menos utilidades (¿eso es malo?, si leyó mis entregas
anteriores, sabe que no); y la tercera, aunque menos notoria, es que A pagó menos impuesto que B. Es esta última, que quiero resaltar
como una razón adicional, para tomar deuda dentro de la estructura de capital
de la empresa. Los gastos financieros (intereses) funcionan como escudo
fiscal. Un escudo fiscal, es todo gasto que se registra en el estado de resultados y que ayuda a disminuir el monto imponible
(150 en A frente a 170 en B) y, por lo tanto, disminuye el pago del impuesto a
la renta (45 en A frente a 51 en B). Esa reducción de 6 en el pago del
impuesto, implica que la empresa A, tendrá que utilizar sólo 45 en vez de 51 de
su preciada caja. Esto es, tomar deuda, le ahorró 6 de impuesto a la
renta o, visto de otra manera, le generó 6 más de caja. Si quiere
hallar rápidamente la reducción de impuesto resultante, haga esto: multiplique los
intereses pagados por la tasa de impuesto a la renta, en nuestro ejemplo: 20 x 30% = 6. Sin embargo, no hay que
perder de vista que, para que los escudos fiscales operen la empresa, debe
obtener utilidades antes de impuestos.
Cuarta razón, se deriva directamente de la anterior. Menos
impuestos, significa que la tasa de interés que la empresa paga después de impuestos,
es menor. La empresa A se endeudó al 10%; pero en términos prácticos sólo
pagó 7%. ¿Cómo así?, pues si bien le pagó al banco 20 (200 x 10%), se ahorró 6
en el pago del impuesto a la renta; lo que significa que, en la práctica, pagó
sólo 20 – 6= 14 de intereses y eso sobre el total prestado (200), da una tasa
de interés después de impuestos del 7%. Nuevamente, si lo quiere hallar más
rápidamente, multiplique la tasa de interés que el banco le cobra por 1 – la
tasa de impuesto a la renta (10% x (1 –
30%) = 7% en nuestro ejemplo). En otras palabras, si toma deuda, parte
del interés que le cobran las instituciones financieras, se lo paga indirectamente
el Estado, siempre y cuando su empresa obtenga utilidades.
CONCLUSION:
Luego de haber analizado las cuatro razones, antes de tomar la decision de "aplancar" a la empresa, se debe pensar si se endeuda responsablemente, pues solo de esta forma podrá crear valor con su inversión.
JORGE DEL CASTILLO CORDERO
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