Como Consultor Empresarial y
miembro de Directorio de algunas Empresas Familiares, o Familias Empresarias
como me gusta denominarlas, he observado una TERCA y OBSESIONADA idea de no querer
contratar a la persona que se debía INCORPORAR a la organización, con el fin de
que pueda CREAR VALOR en ella.
A pesar, de
las recomendaciones y sugerencias que se puedan brindar, muchas veces en las Empresas Familares se toma
la decisión de NO apostar por gente que no fuera de la familia para ocupar
ciertas jefaturas de responsabilidad. A pesar que se quería contratar gente
profesional, mirar alternativas en el mercado recibiendo CV de bachilleres -e
incluso alguno con MBA- de diferentes fuentes. Cuando empiezan las entrevistas
comienza la desazón cuando se escuchan las expectativas económicas de los
candidatos. “¿Vamos a pagar tanto por
gente que no conocemos y que ni siquiera conoce el mercado?”. Es por ello,
que muchas veces la decisión es mirar a gente del sector que los propietarios de estas Empresas Familiares habían
tratado y que les había parecido “de confianza”: gente que se había mostrado
bien dispuesta al tratarlos como clientes, inteligente y con expectativas
acorde con lo que “se paga en el medio”. Sin mediar proceso alguno de selección
optan por contratar a personas cuya relación previa les había generado
confianza. A pesar que la posición que ocuparía era crítica para desarrollar
el negocio y se esperaba que el conocimiento del sector (aunque no
necesariamente en esa posición) fuera suficiente acicate para el éxito que se
esperaba. El fin de la historia es que luego de un periodo se dan cuenta
que no era la persona idónea; y es más se había PERDIDO TIEMPO.
Contratar
personas adecuadas es algo muy difícil. Es por ello que en las Familias
Empresarias, deberían aplicar las siguientes recomendaciones:
- Evalúe mejor la relación entre salario y valor que
puede generar la persona. No espere llegar a conseguir a Superman a precio
de Superratón. Invertir un poco más puede ser la diferencia entre lograr
objetivos duraderos y metas importantes o perder el tiempo (y posición en
el mercado).
- Invierta en hacer un buen proceso de selección.
Esto implica la evaluación psicológica, evaluación de competencias,
evaluación técnico-profesional, investigar sobre referencias personales y
profesionales, entrevistas en profundidad (y por expertos) y hasta
simulación de habilidades. Si le ofrecen hacer todo esto muy barato,
posiblemente lo estén engañando. Muchas de estas pruebas tienen evaluación
interpretativa, por lo que depende del expertise del
evaluador para que el resultado sea lo más cercano a la realidad. Lo
barato le puede salir caro.
- Una posición crítica (estratégica) se cubre con un
profesional competente. No bastará con poner mucha gente a hacer una labor
si lo que requiere es innovación, desarrollo y ejecución sobresaliente.
Tenga presente que varios Superratones no hacen un Superman.
- Traer gente que no es del sector, pero tiene
experiencia en la materia, puede inyectar una buena dosis de creatividad.
Cuidado que quienes están en el sector tienen efectivamente un
conocimiento del mismo, pero también están contaminados con los vicios
adquiridos.
- No confunda delegar con abdicar. Por muy buen
profesional que contrate, no espere que desde el primer día ya resuelva
todos los problemas. Una buena inducción y un acompañamiento periódico
tendrán un fuerte efecto en los resultados, además que le permitirá
conocer a la persona y que ésta gane su confianza.
- Aunque seleccionar a la persona adecuada es todo un
reto, lo más difícil es retenerla. Para ello debe trabajar en motivarla,
desarrollarla y hacer que su trabajo se dé en un ámbito de confianza y
respeto.
¿CUAL ES EL COSTO DE NO SABER CONTRATAR A LA GENTE APROPIADA?
De acuerdo a estadísticas
norteamericanas, el COSTO de equivocarse al contratar o perder a un trabajador
y reponerlo cuesta el equivalente al salario
anual de la posición multiplicado por cinco.
¿Se animaría usted a hacer los cálculos de
cada mala contratación en su empresa?
Genial el artículo. La parte de "Una posición crítica (estratégica) se cubre con un profesional competente." es totalmente cierta, y si valoramos de verdad nuestra empresa y no tenemos "en casa" a alguien que tenga las características idóneas para el puesto merece la pena buscarlo fuera.
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