Los tiempos actuales y los nuevos
retos en los negocios, están siempre generando la imperiosa necesidad de buscar formas de incrementar el número de
personas innovadoras en las empresas y también en las instituciones, dado el
enorme valor agregado que este tipo de personajes pueden imprimir en los
procesos productivos en sentido general.
Pero ¿quién es un innovador?
Sobre este asunto hay varias aproximaciones. Y
luego de haberlas revisado más de una vez –por razones académicas–, creo
que podemos sugerir dos tendencias actuales de cómo entender la innovación y
poder por extensión definir quién es un innovador.
MODELO STI vs. DUI
Tradicionalmente la innovación se
asocia a la investigación y al desarrollo tecnológicos (I+D+i), sin embargo
–según amplia literatura y la propia evidencia empírica- hay otras fuentes de
ideas nuevas y otras formas de generación de valor que pueden desarrollar las
organizaciones, de manera espontánea y por tanto no estructurada. Se dice, por
ello, hoy en día también, que la
innovación no es un proceso exclusivo de ámbito técnico-económico, sino
que es posible en todos y cada uno de los ámbitos vitales de las personas, siendo
un fenómeno de índole social. Surgen así dos visiones sobre cómo se genera el
conocimiento pro innovación:
1. El Modelo STI (Science, Technology and Innovation), basado en la
producción y uso de conocimiento explícito y codificado, de origen científico y
tecnológico. También asociado con el conocimiento denominado analítico, o el
que se genera en base a procesos deductivos y modelos formales. Este es el tipo
de conocimiento que se ha asociado tradicionalmente a una concepción más lineal
de la innovación a través del término «I+D+i».
2. El Modelo DUI (Doing, Using and Interacting), basado en la
producción y uso de conocimiento tácito y referido al «Know- How» (habilidades
prácticas y basadas en la experiencia) y «Know-Who» (interrelaciones personales).
El modelo DUI también está asociado al conocimiento denominado sintético,
entendiendo como tal el que se genera a partir de la aplicación de conocimiento
obtenido en la resolución práctica de problemas anteriores a nuevos problemas,
a través de procesos inductivos. De allí que su aplicación tome más la forma de
“mejoras” de productos y procesos o innovaciones incrementales, menos
disruptivas.
¿SOMOS INNOVADORES LOS PERUANOS?
De acuerdo a mis experiencias y
vivencias, considero que los peruanos en
general somos creativos, fase previa necesaria pero no suficiente para ser
Innovador. Claramente estamos metidos en medio de mucha creatividad, impulsada
por la necesidad de más de 30 años de pobre crecimiento económico, por lo que
los ejemplos de modelos DUI son los más abundantes, Sin embargo muchos emprendedores
y empresas no dan el salto de creatividad a innovación, que implica la creación de una propuesta de valor
añadido sustentable en el Tiempo
Es decir, el emprendedor peruano
es del tipo DUI, pero creo que una vez que su proyecto ya está en marcha , la
necesidad de conocimiento explícito y codificado (Tipo STI) se hace necesario,
quizás así el tiempo de vida de las empresas de muchos emprendedores tipo DUI podría
ser mucho más largo.
Como un ejemplo, podemos analizar
el caso del grupo Añaños, donde la segunda generación si logro dar ese salto y
se pudo crear una propuesta innovadora en base al canal de comercialización y
al tipo de segmento y negocio a crear un "Modelo BOP en la producción de
bebidas no alcohólicas" que ya se internacionalizo y da mucho que hablar
en el mundo.
JORGE DEL CASTILLO CORDERO
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