Buscar este blog

miércoles, 15 de mayo de 2013

SEIS LÍMITES ENTRE EL PROFESIONALISMO Y LA CONDUCTA INACEPTABLE



El jefe puede hacer que el ambiente de trabajo no siempre sea agradable. Aquí las situaciones más comunes y consejos para lidiar con esas situaciones incómodas.
1. Su jefe hace referencias a su salario frente a otros miembros del personal.
Su salario, incrementos, bonos, o cantidad de pago por horas extras es información privada y confidencial, y otros empleados no tienen por qué conocer esas cifras, a costa de su superior.
Si su jefe le dice: “Sé que no te pagan lo suficiente”, o “vamos, te pagan demasiado”. Hágale conocer (o recuérdele) que este tipo de comentarios pueden conllevar al resentimiento entre colegas.
2. Su jefe lo reprende delante de los demás.
Esta es una forma de intimidación, la cual nunca es aceptable o apropiada. Si bien es posible que usted haya cometido un error o una evidente equivocación -que merece dar inicio a una seria discusión y/o análisis-, un buen jefe se encargará de esto en privado.
3. Su jefe tiene expectativas poco razonables.
Esto es complicado, ya que puede ser difícil determinar si las expectativas de su jefe son injustas. La conclusión es que los gerentes deben comunicar sus expectativas de rendimiento en el trabajo con claridad y precisión, deben ayudar a los empleados cuando sea necesario, y establecer plazos razonables para las fases de cada proyecto.
4. Su jefe comparte muchos detalles personales.
Usted es un empleado, no un terapeuta. Su jefe no debe compartir problemas o detalles de su vida personal, incluso si lo considera un amigo. Si la conversación vira regularmente en ese sentido, sea muy breve en sus respuestas, luego cambie de tema y vuelva a comentar asuntos referidos a los negocios. Recuerde que esto va en ambos sentidos. No traiga sus propios problemas o su vida personal a la oficina.
5. Su jefe hace referencias inapropiadas.
Ante cualquier comentario que le genere molestia o sentimientos de incomodidad, hágale conocer -de manera directa, precisa y educada- dicha situación a su superior. Ello incluye chistes y correos electrónicos, o comentarios sobre su apariencia física, etc.
6. Su jefe considera que el sexo, raza, edad o religión es un factor clave para el rendimiento laboral.
Nada de esto tiene nada que ver con su capacidad para efectuar correctamente sus funciones dentro del trabajo. Ante casos de discriminación o trato injusto, lo recomendable es acudir con un superior, o gerente. 

JORGE DEL CASTILLO CORDERO

jueves, 9 de mayo de 2013

ALEGRIA Y BUEN HUMOR – INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL TRABAJO


'UNA PERSONA SIN SENTIDO DEL HUMOR ES COMO UN COCHE SIN AMORTIGUADORES. SALTA DE DOLOR CON CADA PIEDRA DEL CAMINO'.
Henry Ward
La alegría es definida como un 'grato y vivo movimiento del ánimo motivado por algo halagüeño, y a veces sin causa determinada, que se manifiesta generalmente con signos exteriores'. 
Algunas autoridades, como Havelock Ellis, han llegado a considerar a la risa como "un ejercicio religioso, puesto que conduce a una expansión del alma".
Además de 'formar los bellos días de la vida', como dijera Sócrates, la alegría, o el buen humor, son importantes porque no hay aspecto de nuestro diario vivir que les sea ajeno.
Decenas de estudios sugieren que el humor puede ser, al menos, una de las claves del éxito en el trabajo, según información difundida por Forbes. Hoy en día, algunas organizaciones están recurriendo a la jovialidad.
El humor posee una ventaja en sí mismo para que las personas aborden con eficiencia su trabajo. Las organizaciones con estructuras menos jerárquicas, y con una comunicación horizontal entre empleador y empleado suelen albergar ambientes, en donde el humor es una característica indispensable.
Las personas podrán disfrutar trabajar con usted.
A las personas les gusta trabajar con gente agradable, compañeros que se mantengan 100% enfocados en sus actividades laborales, y que pese a ello, no pierden el buen sentido del humor, y evitan disgustarse por cualquier motivo.
Los empleados carismáticos suelen añadir nuevos amigos a su red de contactos y poseen un poder de influencia sorprendente.
El humor acaba con la tensión.
Reírse durante el día conduce a una respuesta física capaz de combatir momentos de tensión. Cuando la persona se encuentra estresada, o sometida a una alta tensión, su desempeño laboral se ve -inevitablemente- perjudicado. Sin embargo, una risa, un momento de relajación o distensión puede repararlo.
Fomenta confianza.
Se puede construir confianza con el uso eficaz de humor porque, a menudo, ese aspecto positivo de la persona revela su autenticidad, al mostrarla tal cual es, haciéndose innecesario mostrar la imagen de un profesional serio o rígido.
Las personas agradables y auténticas, a la vez, suelen ganarse rápidamente la confianza de sus compañeros de trabajo, lo cual fomenta la destrucción de las barreras comunicacionales.
Puede permitir que su empresa se sobresalga.
Esa característica -de encontrarse ‘incorporada’ en la mayoría de los empleados- puede propiciar que la empresa destaque y, brinde más que un buen servicio al cliente. Ello fomenta la formación de un nutrido grupo de seguidores leales.
Se puede aumentar la productividad.
El humor crea un ambiente alegre, donde se fomenta la interacción, el intercambio de nuevas ideas, y se pierde el miedo al error o al fracaso, al contarse con el respaldo de los demás colegas.
Al encontrarse en un ambiente jovial, los trabajadores hallarán nuevos motivos para sentirse a gusto con su trabajo, el entusiasmo se torna contagioso. Todo ello fomenta una mayor productividad.

CONCLUSION:
"Reír es también bueno para los negocios. Puede reducir las tensiones, da vida a las presentaciones y estimula la creatividad. En un ambiente de negocios, cuando a las personas se les permite reír, aunque sea quince segundos, obtienen más oxígeno para el cerebro, lo que les hace pensar más claramente".

JORGE DEL CASTILLO CORDERO

martes, 9 de abril de 2013

PODER VS. AUTORIDAD…LO QUE DIFERENCIA A UN LÍDER DE UN JEFE


El mejor minuto del día es el que invierto en mi personal”.
Kenneth Blanchard - El Ejecutivo al Minuto

Todos sabemos que cada líder es un jefe, pero no todo jefe es un líder. Conozca las diferencias elementales entre ambas posiciones dentro de una organización.
Diferencias entre poder y autoridad
4  PODER: La capacidad de forzar o coaccionar a alguien, para que éste, aunque preferiría no hacerlo, haga tu voluntad debido a tu posición o tu fuerza.
4  AUTORIDAD: El arte de conseguir que la Gente haga voluntariamente lo que tu quieres debido a tu influencia personal.

Puntos de vista. Un verdadero líder siempre está dispuesto a escuchar las opiniones de los demás.

El liderazgo excepcional comienza con una visión positiva de las personas y termina con logros notables. Tenga en cuenta las diferencias entre un jefe y un líder en las siguientes áreas:
Exigir vs. Consultar
Cuando un jefe se dirige a los demás en tono imperativo, no ganará verdadero respeto por parte de sus empleados, quienes esperan ser tratados con amabilidad.
Mientras un jefe dice: “¡Te necesito para hacer esto ahora!”, un líder consulta cortésmente: “¿Puede usted, pese a su actual carga de trabajo, emprender este importante proyecto?”
Los grandes líderes saben que para obtener buenos resultados deben ser conscientes en cuanto a la carga laboral de sus trabajadores. Los verdaderos líderes reconocen que los miembros de su equipo no son una suerte de esclavos, sino seres humanos con la capacidad de ofrecer puntos de vista diferentes. Un enfoque sólido generará siempre un excelente rendimiento
Imponer vs. Facultar
Un jefe incluso ‘tóxico’ exige efectuar las cosas de una determinada manera (impuesta por él). Por ello, si la organización no marcha por buen camino, sin superar sus expectativas, gran parte de la responsabilidad recaerá -sin duda- en esa persona. Este tipo de superior es incapaz de delegar quehaceres diarios, ya que prefiere saturar su agenda, al considerar que su “método” es el más efectivo.
Un jefe de mente estrecha limita el proceso creativo y la libre expresión. Él, en efecto, mata la innovación y la productividad. Con el tiempo, los empleados que entran en este estilo de gestión optan por callar sus puntos de vista.
En cambio, un verdadero líder delega responsabilidades y pregunta a sus empleados: “¿Cómo van a resolver esta situación y cómo les puedo ayudar?”
Este enfoque demuestra a los trabajadores que son de confianza, son talentosos y poseen buen juicio.
Los líderes saben que cuando su equipo está facultado suceden grandes cosas: se eleva la productividad, la motivación es alta y aumenta la retención.
Monólogos vs. Diálogos
A los jefes les gusta oírse hablar. Y es que están impresionados con sus propios conocimientos, habilidades y experiencias. Ellos creen tener todas las respuestas y soluciones para resolver los problemas. No consideran necesario comprender lo que está pasando por la mente de sus clientes y empleados.
Por el contrario, los líderes eficaces tienen las orejas grandes y las usan para escuchar atentamente las voces de sus subordinados. Ellos están ansiosos por saber lo que hay en las mentes de sus compañeros y buscan activamente sus puntos de vista y reflexiones sobre cada tema crítico. Apuestan por una política de puertas abiertas.
Tres Características de los Líderes
4  Obtiene Resultados en el Corto Plazo.
4  Crea Prestigio a la organización. La Marca nos permite asegurar la sobrevivencia en el Largo Plazo.
4  Crea Cultura. Cambia costumbres, crea nuevos paradigmas.

JORGE DEL CASTILLO CORDERO